Y esta la primera vista que tuve de Amsterdam que me acompaño en toda la estadia.

Y esta es la puerta a este mundo tan increible.

Este es el frente de la casa de mi amiga Hedda y ahi podemos ver la bicicleta de mi amiga. 

Un paraiso para los que disfrutan de la belleza de los edificios. 

Nosotros estabamos parando en la parte mas cara y hermosa de la ciudad. Este Hotel tenia la entrada principal frente a la casa de mi amiga, aunque esta que vemos en la foto es la entrada del costado frente al parque. 

Llenos de luces y sombras para descubrir.

En todos lados encontraba detalles que me fascinaban. 

Todo lo que pudimos estuvimos en este parque que estaba en frente de la casa de nuestra amiga Hedda. Le dabamos de comer a los patitos. (foto sacada por Fede)

Fede disfruto como loco de todos los juegos.

En el parque conoci a Jacquelin y su chiquito Igor, unos seres maravillosos. 

Hubiese comprado muchas de estas coloridas plantas pero no hubiese tenido mas espacio en mi balija. 

Y en este hermoso negocio me compre unos cuantos bulbos de Tulipanes coloridos. 

Recorrimos una vez mas el mercado 

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Claro que no importa a donde estes siempre podes sentirte como en casa entrando a Mc Donalds. 

Lleno de plantas que tendriamos en nuestras casas

El mercado de las flores tambien es un lugar digno de ser recorrido de punta a punta.

La cocina como toda cocina es el centro neuralgico. 

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Cada rincon era un lugar de exploracion. Los invito a observar el detalle de la alfombra 

De la casa de Hedda un detalle muy interesante eran los baños. 

,,, 

Aunque Fede lo disfruto mucho dijo que cuando sea grande iva a volver a liberar a los animales. 

Si no fuera por los vidrios tendriamos miles de fotos porque este zoo es muy hermoso.

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Ibamos en camino al zoologico, y Fede saco esta foto.

Y yo podria mudarme a una de estas otras casas que estaban a mano derecha. 

El descubrimiento de las casas botes, volvio a cargarnos de fantacias, Fede hizo planes de mudarse a Amsterdam a vivir en una casita flotantes como estas que vemos a la izquierda. 

Caminamos desde la casa de Rembrant hasta este lugar, donde el atardecer nos acaricio la cara.